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EL PAPA FRANCISCO, UN AGENTE POLÍTICO EN LA ESFERA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Con el título “El llegat del Papa Francesc: La influència del Papa Francesc en el món: un nou estil de diplomàcia vaticana”, la mesa de Blanquerna-URL ha reunido a expertos del ámbito de las relaciones internacionales y la comunicación religiosa para reflexionar sobre el papel del Papa Francisco como agente político en la esfera de las relaciones internacionales.

Han participado: Josep Maria Carbonell, presidente de la Fundación Blanquerna y decano de la FCRI Blanquerna-URL (2011-2022); Míriam Díez, directora del Observatorio Blanquerna de Comunicación, Religión y Cultura en la URL y vicedecana de Investigación e Internacionalización en la FCRI Blanquerna-URL; y Manuel Manonelles, profesor de Relaciones Internacionales en Blanquerna-URL, politólogo especializado en relaciones internacionales y derechos humanos con experiencia en el ámbito diplomático y gubernamental; con Carlo M. Gallucci, vicerrector de Relaciones Internacionales y Estudiantes de la URL, miembro del Board de FUCE, del Comité Ejecutivo de SACRU y del Steering Committee SACRU-Centesimus Annus Pro Pontifice Foundation.

Los ponentes lo han descrito como un Papa rompedor, con una forma de actuar muy independiente, que actuó siguiendo unas ideas firmes de una manera directa y resolutiva que, en muchos casos, produjo desacuerdos dentro de las estructuras políticas y vaticanas más clásicas.

"Tenía un perfil muy diferente al de un diplomático que se dedica a hablar y no llegar a ninguna parte, de un nuncio formado en la Academia Pontificia, lo que creó tensiones con la Curia Vaticana", ha explicado Míriam Díez. Ahora bien, “todo esto le interesaba relativamente poco. Por el contrario, lo que sí le interesaba eran las personas, especialmente las más descartadas, las más periféricas”. "Si lo evaluamos según la idea del 'soft power', es decir, a partir de su capacidad de llegar al pueblo, de hacer que hubiera entendimiento y que las cosas pasaran... aquí era imbatible".

Manuel Manonelles lo ha considerado un Papa que ha vuelto a hacer relevante la diplomacia papal, a partir de tres ejes principales: "Plantea un discurso propio, en el que el posicionamiento de la Santa Sede es independiente del de las grandes capitales occidentales. Da una gran importancia a la reparación de las relaciones que estaban muy deterioradas, especialmente con el mundo musulmán, haciendo una tarea muy trabajada y sistemática para recuperarlas. Y ofrece una posición central en su forma de hacer, en la diplomacia de la paz y el ecumenismo”.

Josep Maria Carbonell ha afirmado que el Papa Francisco llevó un cambio radical ante los pontificados anteriores, recuperando "la huella del Concilio Vaticano Segundo, después del restauracionismo de Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI", y "pronunciándose, desde el primer momento como la voz geopolítica del Sur global". El presidente de Blanquerna ha explicado que esa posición y su actitud enormemente proactiva explican las tensiones constantes en su pontificado."Cultivó una equidistancia compleja haciendo de conector activo en los conflictos internacionales", ha enfatizado Carbonell. En este sentido, Carbonell ha recordado como ejemplo paradigmático, que el día de la invasión Rusa en Ucrania, "el Papa cogió el coche y se fue a llamar al timbre de la embajada Rusa, rompiendo todo tipo de mediaciones diplomáticas tradicionales, porque creía que su misión como líder espiritual era intentar evitar el sufrimiento".

Los ponentes han coincidido en considerar que el papel de “Papa del Sur Global”, comprometido con actuar activamente, desde una perspectiva no-eurocéntrica, en defensa de la paz y de las personas más periféricas y necesitadas, ha sido uno de sus elementos más relevantes desde el punto de vista geopolítico, pero también la explicación de las tensiones, los conflictos.

EL LEGADO FILOSÓFICO Y RELIGIOSO DEL PAPA FRANCISCO

La mesa redonda que se ha celebrado en La Salle-URL, titulada “El llegat del Papa Francesc: el compromís amb la fe, el medi ambient, la justícia i la fraternitat”, ha reunido a expertos de los ámbitos de la filosofía y la religión para reflexionar, principalmente a través de sus textos, sobre el legado del Papa Francisco como intelectual y líder espiritual.

Han participado: el Hermano Josep Espuny, presidente del Patronato de FUNITEC y del Comité de Ética de la Investigación de La Salle-URL, experto en docencia de la religión; Francesc Torralba, filósofo, teólogo, director de la Cátedra ETHOS de Ética Aplicada de la URL, miembro del Dicasterio de Cultura y Educación y Premio Ratzinger de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI; Margarita Bofarull, Religiosa del Sagrado Corazón, presidenta del Patronato del Instituto Borja de Bioética-URL, miembro del Consejo Directivo de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, responsable de la Delegación de Fe y Cultura del Arzobispado de Barcelona; Llorenç Puig, profesor de Ética de IQS-URL, director del centro Cristianismo y Justicia, investigador sobre las relaciones entre ecología, religión, fe y ciencia y anteriormente delegado de los Jesuitas en Cataluña; con Armando Pego, catedrático e investigador principal de una de las líneas del Grupo de Investigación Smart Society de La Salle-URL.

Los ponentes han caracterizado al pontífice como un Papa de ideas sólidas, ejes tanto de sus textos como de sus acciones, que siempre se esforzó por expresarse con un lenguaje cercano y comprensible para el público general. 

El moderador, Armando Pego, ha instado a los ponentes a compartir sus ideas a partir de cada una de las cuatro encíclicas del Papa Francisco.

Francesc Torralba ha resaltado que el hecho de que éste haya "sido conocido como un 'Papa de gestos' parece que ha eclipsado sus textos". Afirma Torralba que son textos que tienen un gran valor, porque "es un Papa que introduce un lenguaje renovado que permite llegar más allá de los círculos de la iglesia, un pastor global que no necesita "traductores" para llegar más allá de las facultades de teología".

Partiendo de la encíclica "Lumen Fidei", Francesc Torralba ha explicado que en el texto, que empezó a escribir el Papa Benedicto XIV, se analiza lo que es la fe a través de cuatro conceptos clave: la fe es un don, no un mérito ni un producto; la fe surge del encuentro interpersonal con Cristo; la fe es un acto de escucha activa; la fe es un acto de confianza, no estamos sólo cuando nos lo parece; y la fe y la razón se necesitan una a otra. La razón tiene límites que la fe permite trascender, y la razón permite purificar la fe de supersticiones, fanatismos, radicalismos, credulidad...

A continuación, Llorenç Puig ha reflexionado a partir de la encíclica "Laudatio Si'", con la que el Papa Francisco "aparece con un gran vigor con el tema medioambiental", alternando capítulos en los que se dirige a la comunidad cristiana y al mundo en general Plantea que el Papa concibe el ecologismo y la protección del medio ambiente como " se vuelve el eje de la mirada. Puig ha explicado que el Papa Francisco concibe la ecología como una “Ecología Integral”, con una dimensión práctica, económica y social, espiritual...” porque “ver que debemos ocuparnos de las cuestiones sociales pero hacerlo sin preocuparse de las medioambientales es contradictorio: no cuidar de los más preocupados y no tener cuidado de las personas medioambientales”.

Con la última encíclica del Papa Francisco, “Dilexit Nos”, como punto de partida, Margarita Bofarull le ha descrito como un Papa “que nos deja un gran legado de misericordia”. "Su compromiso con la justicia", ha explicado Bofarull, sólo se entiende "desde la misericordia" (que el Papa vive de una forma "unificada gracias a una visión muy holística de la realidad") pero siempre siguiendo la idea del "Bien común". Este enfoque, ha explicado, es el origen de su pontificado dedicado a la lucha por la justicia.

"El Papa Francisco nos lo pone muy fácil a la hora de hablar de fraternidad" ha explicado el último de los ponentes, Josep Espuny, que ha partido de la encíclica "Fratelli Tutti" para su intervención, porque tanto en sus textos como en sus acciones actuaba "con un estilo 'poco jerárquico', con simplicidad y proximidad".

Con un mensaje "de fraternidad, amor y confianza desde el comienzo, con la elección de su nombre, su primer discurso y su primer viaje oficial, a Lampedusa", el hermano Espuny ha explicado que "el Papa Francisco envió un mensaje clarísimo: 'no podemos ser indiferentes y desviar la mirada de quienes sufren'". Aproximarse a los desamparados, reducir la distancia entre las personas y recuperar la fraternidad/sororidad, debe poder permitir “hacer camino hacia un mundo más humano, con un nuevo paradigma de las relaciones humanas en las que la dignidad del otro sea el centro”.